JOSÉ MARÍA ALONSO
Es frecuente durante charlas entre amigos y familiares que salga el tema de si en España hay o no hay democracia. Los que sabemos que no la hay, tenemos el deber de razonar nuestra aseveración, y hay ocasiones que el interlocutor acaba sorprendido al descubrir que tenemos razón. En otras ocasiones nuestro interlocutor no acaba de entender los dos conceptos necesarios para que exista democracia formal: la representación del elector y la separación de poderes en origen.
No es menos frecuente que nuestro interlocutor identifique la democracia y confunda el concepto de representación con el mero hecho de votar cada cuatro años a una lista de partido, creencia disculpable sobre todo en España debido a la tarea de desgaste y lavado mental realizada por el Régimen del 78, que estrecha el campo de visión del elector a la creencia de que poder votar a la lista de un partido significa que hay democracia. Sacarle de ese error es fácil, y no es motivo de éste artículo.
Sin embargo, más difícil es que comprenda la separación de poderes en origen. La mayor parte de los interlocutores son conscientes de la existencia de tres poderes, les suena de su educación secundaria o universitaria, y son capaces de nombrar el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial.
A la pregunta de si creen que esos poderes están separados, suelen contestar que sí, confundiendo la mera existencia dividida de los mencionados poderes con su estado de separación en la práctica. ¨Bueno, separados o divididos, qué más da¨, me espetan algunos. Pues sí que da. Un ejemplo sencillo es el de la naranja. Tómese una naranja que tuviera tres gajos como ejemplo, cada gajo es un poder, y es evidente que la naranja, aún pelada, es una unidad cuyos gajos están divididos, sí, pero no separados. Llegado éste punto suelen entender la diferencia entre División de Poderes (Tocqueville) y Separación de Poderes (Montesquieu).
Si se muestran receptivos y no les ha estallado el cerebro de alegría ante el descubrimiento, se puede ahondar en la parte que dice ¨separados en origen¨ y explicarles que para que estén separados en origen, y no desgajados de un todo previo, es necesario que sus órganos sean elegidos en elecciones separadas, unas elecciones al Legislativo para que se forme la Asamblea Nacional en el Congreso de los Diputados y represente a la nación española, otras elecciones al Ejecutivo para que el Jefe del Estado nombre al Gobierno de la Nación que representa al Estado, y otras elecciones al Judicial para que todos los integrantes y profesionales del mundo jurídico elijan al Consejo General del Poder Judicial sin interferencia de los partidos.
Desgraciadamente aún quedan muchos españoles que en su ignorancia no dolosa intentan tragarse la naranja pelada, pero sin separar sus gajos, y viven atragantados por un régimen de poderes inseparados incapaces de vigilarse, contrapesarse y controlarse entre sí.
Más claro que el agua.
En mi opinión, no es tan fácil sacar a los interlocutores del error,si fuese así, este país tendría opciones y soluciones.
El régimen y la casta cambian votos por migajas, ayudas subvenciones, y el conjunto de la ciudadanía acepta, hay otra parte del electorado que directamente vota, sin más, sin ningún tipo de actitud crítica!
Estimado Víctor, sacar del error a una persona sobre lo que es representación democrática es fácil, una vez que se explica la certeza antitética que sana dicho error y el interlocutor lo ha entendido con buena fe. Lo difícil es que el interlocutor acepte que estaba en el error, que lo asimile y reconozca, porque puede no convenirle por los motivos que sean, por ejemplo tener familiares en partidos estatales o en sindicatos. Y aún más difícil es que aún conociendo y asimilando el error, lo subsane absteniéndose activamente de votar.
Un saludo y gracias por tomarse la molestia de leer.
Bien, sólo que el Judicial no es un Poder, ni debe serlo. Es una autoridad, una potestad.
Está usted escribiendo en el DiarioRC, no en una charla con amigos o familiares.
Estimado Victor, intento modestamente contribuir a explicar de la manera más sencilla que puedo la diferencia entre separación y división de poderes. Entiendo que el Diario no está dirigido de manera exclusiva ni excluyente a una élite intelectual, sino que es para todos los hispanohablantes.
Las explicaciones sencillas así como los artículos eruditos tienen cabida en el Diario RC siempre que contribuyan a la difusión de la causa de la libertad colectiva o que su editor considere que se ajustan a su criterio editorial. Todos somos amigos y familiares de alguien que prefiere que se le expliquen las cosas de manera que las pueda entender, y estoy seguro de que algunas personas que no comprenden textos más complejos agaradecerán que se les explique con sencillez.
Un saludo cordial.
Estimado señor, considero que la línea editorial no puede ser otra que la que coincida con los principios de la teoría política de la República Constitucional. Y considerar a la Justicia un Poder es contrario a esos principios. Así que habrá que pedirle al editor que sea algo más estricto, por lo menos con autores que se identifican con los principios del MCRC, otros colaboradores simpatizantes también tienen cabida y si quieren escribir sobre ciclistas,globos o platillos volantes pues allá ellos. Pero al autor que pretende divulgar la teoría pura de la República ha de exigírsele que sea preciso porque si no se ve perjudicada la coherencia y credibilidad de este movimiento.
Si bien puede ser comprensible ciertas licencias cuando se habla con familiares, amigos o en el trabajo nada impide mantener la coherencia del discurso en este diario. En muchos podscats se escucha al señor García-Trevijano hacer un pequeño alto y aclarar que no puede considerarse a la Justicia un Poder sino una autoridad y potestad. Y la audiencia de los podscats de seguro que tiene un variado nivel intelectual, habrá muchos eruditos y habrá muchos que no lo son, no hay más que leer los comentarios al podscat para ver que no sólo no han entendido nada -a pesar de decir que les gusta lo que dice- sino que siguen defendiendo sus posturas de democracia social y revolución social.
Un saludo.
Muy buen artículo, muy necesario para aprender a argumentar. Felicitaciones José María.
Querido Vicente, como siempre te agradezco enormemente tu elogio, me anima a continuar escribiendo en el Diario, aunque escribir sea una tarea que no me satisface. Un fuerte abrazo.
Aunque el articulo esta perfectamente estructurado y las ideas se expresan tranquila pero contundentemente, echo en falta algo que suele faltar cuando se toca este tema: un analisis mas profundo. Por muy brillantes y ineludibles que sean unas ideas no suelen calar en la gente: ¿por qué? Habria que entrar en una didactica de las ideas, tratando de llevar al interlocutor a “nuestro campo” y no solo soltarle un esquema de razonamientos y dogmas.
¿Cual es el fondo de la cuestion “comunicativa”? Que las convicciones personales son “inerciales”, mientras que las ideas son “no inerciales”, sino de logica “no secuencial”. Un razonamiento es o no correcto y no necesita dias para ser correcto. Una conviccion es un conjunto de ideas asociadas a la persona y que tienen cierta carga emocional o no logica. Tratar de implantar “ideas” en una conviccion choca con esta inercia de “seguir convencido” en lo “de siempre”. Asi que primera pista, el sistema didactico debe ser inercial. Segunda pista, la enseñanza( sistema didactico en cristiano) debe partir y ser “amigable” (empatica), para calar en los aspectos “irracionales” de la conviccion. Una vez entendidos estos principios basicos de la conviccion,… seguimos hablando.
Mayeútica pues.
Buenísimo artículo por la magnífica explicación con el ejemplo de la naranja. Bravo.
Muchas gracias, большое спасибо :-)2
Buen artículo, aunque en esta ocasión estoy de acuerdo con DIEGO, que en otra opinión me llamó imbédcil, en esta tengo que darle la razón en cuanto a su comentario de que el PJ no es un poder, y así lo manifiesta Don Antonio y distintos autores. No obstante le exhorto a que siga escribiendo y a ser posible que acerquen su sabiduría a gente menos preparada y que el MCRC siga creciendo. La mayoría de la población española necesita que le expliquen las cosas de manera sencilla y humilde y, ese es el reto y esa debe ser la filosofía de este maravilloso MCRC. Lo mismo le digo a los otros articulistas.
Gracias Flaganache, precisamente en mi intento por acercar de una manera sencilla conceptos básicos, he decidido omitir la explicación de por qué el Judicial no es un Poder, sino una potestad o un poder ¨presque null¨. Llamar en el artículo Potestad Judicial a lo que popularmente se reconoce como Poder Judicial me hubiera obligado a salirme de la explicación sencilla de la diferencia entre división y separación, cosa que quise evitar por dos motivos, brevedad y claridad expositiva. Veo que algunos se rasgan las vestiduras como sacerdotes fariseos y gritan ¨Herejía!, no llamas al Poder Judicial potestad, impuro!¨…En fín, gracias por animarme a continuar con los artículos, espero sean de ayuda para difundir la lucha por la libertad política colectiva y la libertad constituyente, aunque mi estilo no guste a algunos.
Escribe García-Trevijano en su Teoría Pura de la República: “Cuando las palabras no designan con exactitud las cosas reales a que se refieren, cuando hay un conflicto semántico entre lo designante y lo designado, el significante y lo significado, la realidad del lenguaje sustituye y suplanta a la realidad de la materia expresada”.
Soy miembro del MCRC y aunque entiendo que en otros lugares puedan permitirse ciertas licencias ,como cuando se habla con amigos o en el trabajo,exijo que en este diario se utilice un lenguaje preciso.
Algunos parecen que quieran que haya jueces que sigan creyéndose que la Justicia es un Poder.