Claro
Oscuro
Los muertos, las infecciones y la enfermedad están aquí, en este reino de la realidad, desde hace miles de años. Miles… de años.
Pero al parecer es algo moderno descubrir que existen los muertos, las infecciones y la enfermedad. Y desde luego, a un pueblo como el español, moralmente enfermo y aplastado por la mentira, le parece que la muerte, la infección y la enfermedad, algo con lo que han convivido naturalmente todos nuestros antepasados durante siglos, es un fundamento de gobierno. La frase demagógica de “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo” pronunciada por Abraham Lincoln, degenera hoy, en España, en el gobierno de los muertos, por los infectados y para la enfermedad.
Es normal entonces que voten los súbditos, sin libertad, no para vivir luchando, sino para morir en paz. Que voten, no para sanarse moralmente, sino para infectarse con la corrupción y la mentira. Votan pues, para enfermar y hacer legítima la enfermedad.
Hoy se respeta a un Gobierno y al régimen de poder que lo ampara, no por ser legítimo, sino por descubrir el velo de algo que la ciencia ya conocía desde sus orígenes. Lo que siempre ha sido sabido por la ciencia, lo descubre ahora el régimen de poder de los partidos estatales. Y ese descubrimiento del poder, de algo que siempre ha conocido la ciencia, hace aplastarse contra el suelo a toda la sociedad civil, que ponen sus bocas en forma de O y gritan como si fuesen primates.
El desconocimiento es por tanto, el fundamento de gobierno y el motivo general del comportamiento ridículo de personas que caminan por las calles enmascaradas. El miedo patológico a la verdad, enmascara a la mentira que sostiene al Estado de los partidos, en la actual degeneración de la dictadura.
Y ahora corran… corran todos a votar!