Claro

Oscuro

No es fácil para mí, debido a mi simpatía hacia el pueblo de Cuevas del Becerro y las relaciones de amistad que allí tengo, escribir sobre este tema que es complejo y hace que gran parte de las personas se sientan atacadas debido a sus creencias, miedos y opiniones. Aún así me siento con la obligación moral de hacerlo, por muchas críticas o malas palabras que puedan lanzarme.

Es evidente que, en este municipio, el gran problema que hubo no fue por un virus mortal que supuestamente habría infectado a casi 200 vecinos, los cuales estarían hipotéticamente infectados y con una sintomatología grave. El gran problema fue el de histeria colectiva, de miedo y desinformación, como resultado de unos test específicos e infalibles si atendemos a los medios de propaganda, pero que no son específicos ni fiables si atendemos a la ciencia y a su inventor, el premio Nobel de Química, Kary Mullis. El procedimiento de PCR está concebido para la observación y estudio en los laboratorios pero no para el diagnóstico clínico en Medicina.

Según me dijeron ayer, de esos casi 200 supuestos infectados según los test, no había ni uno con síntomas de ningún tipo. Ya había escuchado esta afirmación con anterioridad de boca de otras personas. Es decir, que el miedo inoculado a la población mediante unos test no fiables fue injustificado y deplorable y no atendía a la realidad.

La cuestión provocada es enteramente mental y por lo tanto su única solución es mental. No tiene una solución física en la medicina o en los medicamentos o en los tratamientos. Únicamente se puede afrontar mentalmente y resolviendo en el cerebro, en la inteligencia, lo que se observa en la realidad de los hechos.

Porque toda esta cuestión, al estar sustentada enteramente en propaganda, es decir, en engaño y en explicar verdades parciales, únicamente puede resolverse del mismo modo. No tiene una solución técnica o de procedimientos. No se puede resolver con una u otra gestión burocrática o llevando a cabo unos u otros protocolos médicos, que son algo que compete a los profesionales.

La situación se produce a través de un engaño que produce confusión en las personas. Algo que es el resultado de que estén recibiendo constantemente informaciones contradictorias.
Ese es el problema esencial. No se puede solventar con tecnicismos o lo puede resolver una persona por muchos conocimientos técnicos que tenga de la clínica o de la medicina. Es una cuestión de llegar a comprender de verdad, en la conciencia de cada uno, cómo se ha producido el engaño y para qué se ha realizado ese engaño.

En el texto “Las largas patas de la mentira” se exponen los hechos principales sin acudir a los pormenores científicos https://www.diarioerc.com/2020/12/03/la-mentira-tiene-las-patas-muy-largas/

Porque en este asunto no se trata de la opinión o del parecer, o siquiera de las discrepancias que siempre puede haber en los tratamientos adecuados entre los médicos. Se trata de lo que demuestran los hechos desnudos, tal y como son.

El escrito prueba, con hechos, que absolutamente todas las cifras, sean cuales sean, son falsas, porque es imposible que sean ciertas. No hay procedimiento conocido para obtenerlas.

Así que viendo eso, conociendo los hechos que no están sometidos a ningún interés de parte, sino que son los que son, es cuando se observa la consecuencia mental que produce en las personas.

Y la consecuencia mental de aceptar algo que es mentira como si fuese la verdad, es terminar actuando en la vida real como si fuese una obra de teatro, en un juego de ficción.
Es literalmente como si toda una sociedad de niños estuviese participando en una comedia y fingiendo que están todos enfermos y que hay mayor peligro del que realmente existe.
Actúan COMO SI hubiese una epidemia, COMO SI fuese necesario llevar esas telas en la cara y COMO SI fuese necesario todo el estropicio que se ha hecho (y esto incluye el perjuicio a los negocios y a todos los establecimientos y trabajos).

Se ha inducido mentalmente una situación que no se corresponde con la realidad de los hechos.

Invito a todo el que lea lo que escribo a reflexionar. ¿Se habría dado cuenta usted de que existía un supuesto virus mortal y asesino en Cuevas del Becerro si no se hubiesen hecho los test y publicado sus resultados? ¿Cuál es entonces el problema, que hay un virus mortal o es un problema de unos test inespecíficos y de propaganda?

Fue muy grata mi visita de ayer a Cuevas del Becerro. Los más inteligentes allí lo ven todo de forma muy clara, son conscientes de que la realidad nada tiene que ver con la propaganda. Saben que todo ha sido un engaño. Uno de sus vecinos incluso me dio la solución al problema, me dijo como se debía hacer frente, acertadamente, al Estado y su propaganda para poner fin a esta locura.

No, esta pesadilla no se va a acabar con una vacuna como nos decían desde el principio o con una sustancia experimental como dicen ahora. Será la sociedad civil en oposición al Estado de partidos la que deba poner fin a esto, sin bozales y en las calles.

4.5 11 votos
Valoración
Creative Commons License

Este trabajo de Valentín Campos está protegido bajo licencia Atribución Creative Commons-NonCommercial-NoDerivs 4.0 Internacional. Los permisos mas allá del ámbito de esta licencia pueden estar disponibles en https://www.diarioerc.com/aviso-legal/
Si usted también defiende la causa de la Libertad Política Colectiva que promueve el Diario Español de la República Constitucional, puede apoyarla y ayudar con los gastos de mantenimiento de la página web. Siga este enlace y podrá realizar un pequeño donativo, su contribución a la hegemonía cultural de la Libertad Constituyente.
Si desea recibir notificaciones cuando nuevos contenidos sean publicados en el Diario Español de la República Constitucional, siga este enlace y suscríbase para recibir los avisos por correo electrónico.
Suscripción
Notificar si
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios