Claro
Oscuro
Si La Sexta ha sido la Cadena que mayor ayuda prestó para completar un nuevo órgano en el edificio estatal, ahora corresponde a quienes lo hicieron, analizar el motivo del aumento de la cuota.
El que pintó la pared de verde mientras todos le observaban, ofrece, al finalizarla, su interrogante sobre la autoría a los espectadores.
La idiotez y la locura cada vez entretienen menos a los idiotas y a los locos, y facilita más la demagogia de los demagogos en la fiesta de Perogrullo. Por eso, en este naufragio del intelecto humano, los tablones de plomo que lanza la barbarie partidócrata sirven para que flote la sociedad civil.
El régimen politico fabrica a VOX recomponiendo sus propios restos, y después entretiene a los súbditos españoles espectando lo espectado. Si antes habían observado la nalga, ahora se les ofrece el culo. La representación teatral es el espectáculo, y la idiotez su receptáculo.
El régimen crea la ficción de Podemos para vaciar las calles del 15M, y después los artificiosos periodistas se preguntan por el motivo de lo artificiado. Los adolescentes han regresado a sus casas, porque ellos lo han ordenado. Este es el misterio del mandante que olvida lo mandado, el del obediente que olvida lo recién obedecido; el que abofetea su propia cara y al instante se interroga por su dolor.
La locura de los partidócratas es maravillante.
Sin saber que en España no hay democracia y que jamás ha habido democracia, es imposible escapar del manicomio de los partidos estatales. Y cada vez será peor y más agudo el delirio, más lacerante la degradación y más sonrojante la propia decepción.
El votante de partidos estatales es como el enterrado vivo decúbito prono que, cegado, pretende escapar escarbando.
Y ahora corran, ¡corran todos a votar!